Cuando el término “Coach” pasa a Inglaterra, originariamente se utiliza para nombrar el carruaje, pero a partir de 1850 lo encontramos también en las universidades inglesas para designar a la figura del entrenador: así existe el coach o entrenador de corte académico y, posteriormente, el coach deportivo. Más tarde, en 1960, el término se emplea también para distinguir programas educativos, pero es a partir de 1980 que se habla de Coaching como una profesión con formación y credenciales específicas.

Hoy contamos con esta nueva y poderosa disciplina, el Coaching Ontólogico e Integral, una posibilidad de caminar juntos, en donde el coach acompaña al coachee en su transitar desde la situación actual a la situación deseada. Brindando al coachee preguntas y herramientas, para que él mismo encuentre sus propias respuestas y alcance sus propósitos.
Podría decir que el coach muestra la puerta pero es el coachee quien elige y decide abrirla. Un coach es una buena opción cuando: estás en duda, no encuentras los desafíos o las salidas hacia tus propios desafíos, o cuando los problemas cotidianos te desvían de tu sendero o tu foco.